Querer salir de la confusión es desear que todo termine y empiece de nuevo, es como frotarse los ojos porque no crees eso que ves. Porque no se puede comprender la injusticia y la desazón, la traición, la desilusión o el abandono. Tal vez existan maneras de salir de la vorágine de ideas que nos invaden todos los días para detenerse, observar, pensar, analizar y tal vez así podamos entender...
viernes, 24 de diciembre de 2010
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